Los Inicios de Yahoo: Una Guía para Ordenar el Caos
En aquellos años 90, internet era un lugar bastante diferente al que conocemos hoy ya que por aquel entonces todo era nuevo, emocionante y también un poco caótico. Recuerdo bien que nadie sabía muy bien hacia dónde iba a ir esto de la “red”. Un día, en medio de este caos, dos estudiantes de Stanford, Jerry Yang y David Filo, se animaron a crear una pequeña guía para navegar por la web, algo así como un directorio de enlaces, con categorías que hacían que encontrar sitios interesantes fuera más sencillo. Ese pequeño proyecto, que empezó como una guía para ellos mismos y sus amigos, se convertiría más tarde en Yahoo, el gigante que masificó internet.
Estos dos estudiantes, con su pequeño proyecto no tenían grandes ambiciones al principio, imagina la escena: dos estudiantes sentados frente a sus ordenadores, emocionados con la idea de organizar el contenido de internet como quien ordena su habitación. El nombre inicial del proyecto era «La Guía de Jerry y David para la Web». Sí, no muy original, pero en aquel entonces fue más que efectivo ¡Y vaya si funcionó! pronto, la gente comenzó a compartirlo y el sitio explotó en popularidad por lo que ya podíamos decir que la chispa había encendido una hoguera.
El Nombre Yahoo y el Auge del Imperio
Poco después, cambiaron el nombre a Yahoo, en realidad no se sabe muy bien como fué y se conocen dos versiones sobre el origen del nombre. Una de ellas dice que simplemente abrieron un diccionario y buscaron algo pegadizo, sin embargo, la otra versión, un poco más divertida, es que el padre de David solía llamar a los dos chicos «un par de yahoos», haciendo referencia a los personajes de Los viajes de Gulliver. De momento no sabemos cual de estas dos historias a la hora de elegir el nombre Yahoo fue la verdadera, sin embargo, fuera cual fuera la versión verdadera, el nombre se quedó registrado en los libros de historia ya que la popularidad de Yahoo se disparó.
Tanto es así que a finales de los 90, Yahoo no solo organizaba internet, sino que se había convertido en internet para muchísima gente, ofreciendo cada ves más y más servicios como Yahoo Mail, Yahoo Messenger, Yahoo Respuestas, y un largo etcétera. Todos estos servicios eran parte de la vida digital de millones y millones de personas, ¿Recuerdas esos tiempos? Donde buscar información, conectarse con amigos o simplemente enterarse del clima eran sinónimo de entrar a Yahoo.
Para el año 2000, Yahoo valía 128.000 millones de dólares y por aquel entonces era una de las empresas más grandes del mundo. Parecía que nada podía salir mal. Sin embargo, ¿dónde están Google y Facebook en esta historia? Ahora lo verás.
Las Oportunidades Perdidas
La historia de Yahoo es también la historia de las oportunidades perdidas, imagínatelo: un par de chicos con una idea prometedora se acercan a Yahoo ya que quieren vender su nuevo buscador, un motor mucho más eficiente que el que Yahoo tenía en ese momento, y el precio era solo un millón de dólares. Aunque esta oferta pudo sonar tentadora, Yahoo decidió no comprarlo sin saber que aquellos chicos eran Larry Page y Sergey Brin, y el buscador era lo que luego se convirtió en Google. Como todos sabemos, años más tarde, Google sería el rival imparable que acabaría dejando a Yahoo como una sombra de lo que fue convirtiéndose en la pagina web más visitada del mundo, quitándole por tanto el liderazgo indiscutible que por aquel entonces tenia Yahoo.
Sin embargo esta no fue la única oportunidad que Yahoo desaprovechó, hubo otras oportunidades perdidas también. Aunque parezca de película, poco después Yahoo tuvo la posibilidad de comprar Facebook por 1.000 millones de dólares. En ese momento, Zuckerberg estaba dudoso, pero dispuesto a negociar y a vender. Sin embargo, Yahoo intentó bajar el precio en el último momento, lo que llevó a Zuckerberg a rechazar la oferta completamente. Y así, otra oportunidad se escapó de las manos de Yahoo. También hubo un intento de compra por parte de Microsoft que Yahoo rechazó, una oferta que, en retrospectiva, podría haber salvado la empresa.
La Falta de Identidad y el «Manifiesto de la Crema de Cacahuete» y el Devlive de Yahoo
Una vez que ya hemos indagado un poco en la historía de Yahoo, podemos decir que el problema de fondo fue que Yahoo nunca logró encontrar una identidad clara. Mientras que Google se enfocaba en ser el mejor buscador, y Facebook en conectar a la gente, Yahoo intentó ser todo para todos: correo electrónico, noticias, directorios, respuestas, finanzas… un ecosistema gigante pero que no tenía una visión centralizada. Los recursos se dispersaron tanto que internamente empezó a haber tensiones. Este problema se llamó «El manifiesto de la crema de cacahuete»; como la crema untada finamente sobre una rebanada de pan, los recursos de Yahoo estaban demasiado repartidos para ser efectivos en algo.
Por tanto, Yahoo acabó siendo vendida en 2016 a Verizon por 4.830 millones de dólares. Una cifra pequeñísima si la comparamos con el valor de la empresa en su mejor momento. Luego, Verizon vendió Yahoo a Apollo Global Management por 5.000 millones de dólares. Después de todas estas compras y ventas de la compañía, sabemos que hoy, Yahoo ocupa menos del 3% del mercado de búsqueda en internet. Apenas una sombra del gigante que una vez fue.
¿Qué Podría Haber Sido?
Pero, a pesar de todo, es fascinante pensar en cómo podía haber sido todo diferente. ¿Cómo sería internet hoy si Google y Facebook hubieran sido comprados por Yahoo? ¿Sería mejor o peor? Es difícil decirlo. Lo que sí sabemos es que la historia de Yahoo nos recuerda cómo incluso las empresas más poderosas pueden caer si no saben adaptarse a tiempo y si no tienen una visión clara. Es una lección para cualquiera que esté intentando entender el rápido y a veces brutal mundo de la tecnología.
Así que, si alguna vez usaste Yahoo Respuestas para hacer una pregunta extraña, o si chateaste con amigos en Yahoo Messenger, tal vez quieras recordar esos momentos. Al final del día, Yahoo fue parte de la vida de muchos, y su historia merece ser contada, no solo por sus éxitos, sino también por sus errores. Y es que, en esos errores, también hay muchas lecciones para aprender.